El origen del Roscón de Reyes
De nata, chocolate, cabello de ángel… El próximo 6 de enero celebraremos el Día de Reyes con nuestro tradicional Roscón de Reyes. ¿Sabes de dónde proviene?
Es costumbre pensar que se trata de una tradición religiosa al estar relacionada con los Reyes Magos de Oriente pero, ¡todo lo contrario! Se trata de una tradición pagana que se remonta a la Roma del siglo II a.C, donde encontramos los primeros indicios de esta tradición.
Con motivo de la fiesta dedicada al dios de la agricultura y la cosecha, Saturno, los romanos elaboraban una torta redonda con miel, frutos secos, higos y dátiles, y así celebraban la llegada de días más luminosos. Todos festejaban este día, ¡incluso los esclavos tenían derecho a dejar de lado sus obligaciones!
Con la llegada de la religión cristiana en el siglo III a.C esta costumbre estaba ya muy inculcada en la sociedad, de manera que les resultó imposible eliminarla y la añadieron a la religión.
En este momento fue cuando se introdujo el haba seca en su interior, que representaba la fertilidad y prosperidad. De ese modo, el afortunado o afortunada que encontraba esta legumbre se le pronosticaba un gran año por delante.
Más adelante, en el siglo XVIII, un cocinero de la corte del rey Luis XV de Francia decidió poner una sorpresa especial para su rey en este rosco, una especia de gema o joya. Desde ese momento podemos encontrar una sorpresa conviviendo con el haba en el roscón.
Finalmente, ya en España, Felipe V trajo esta tradición pero hizo meter una moneda en la masa junto al haba. De ahí su consecuente evolución hacia las actuales figuritas. Su popularidad hizo que este dulce cruzara el Atlántico y así es como se extendió por Latinoamérica, en la que también podemos encontrar diferentes variaciones de la misma tradición.