Buñuelos: ¿cuál es su origen?

Posted on by La Plaza in No Comments

No lo niegues, lo que más te gusta de las Fallas son los buñuelos… ¡y lo sabes!
Aunque estemos viviendo una época algo complicada para esta festividad, nada ni nadie nos impide poder disfrutar de unos riquísimos buñuelos.
Y hablando de ellos, ¿sabes cuál es su historia? No es tan antigua como te piensas, aunque se desconoce su origen exacto.
En la antigua Roma hacían una especie de bola amasada con forma de puño, pero, su origen en España, apareció en las primeras recetas del siglo XVI, siendo uno de los postres favoritos de los árabes situados en Granada: una masa que se freía en aceite y posteriormente se bañaba en miel hirviendo.
Pero, ¿y el origen de nuestros buñuelos de calabaza?
La historia de los buñuelos de calabaza va unida por completo a la de las Fallas. Cuentan las crónicas locales que durante los primeros años de estas fiestas, cuando el gremio de los carpinteros pidieron permiso al ayuntamiento para sacar los sobrantes de madera, trastos y muebles a la calle para quemarlos a modo de hogueras el Día de San José, las mujeres fueron quieres decidieron ponerle sabor a esta tradición que poco a poco fue calando en el pueblo valenciano.
Esta tradición fue concentrando cada vez más gente y el arte no tardó en llegar a ellas, y aprovechando este clima festivo fue cuando las mujeres decidieron por su parte sacar bidones de hierro a modo de fogón y decidieron crear buñuelos de viento para alimentar a los presentes.
Los buñuelos eran un alimento fácil, rápido y sobre todo económico de hacer y es que por aquel entonces pocas eran las familias que vivían con grandes comodidades. Con algo tan básico como la levadura, harina, agua y un poquito de sal se obtenía un crujiente y dulce. Hasta que llegó la calabaza y le dio a este postre un toque más dulce aún y diferente.

Receta buñuelos calabaza:

Ingredientes

  • 125 gramos de harina
  • 300 gramos de calabaza
  • 1/2 cucharada de levadura química
  • 2 huevos
  • 25 gramos de azúcar
  • La ralladura de la piel de una naranja
  • Una pizca de sal
  • Un poco de azúcar para rebozar

Elaboración

  1. Pelamos la calabaza, quitándole las semillas y filamentos, la trozeamos y la ponemos a hervir. Cuando esté blanda y lista, hay que guardarla en un cuenco retirando todo el agua.; la trituramos con una batidora para que quede más fina (recuerda reservar el agua de la cocción para añadirla más tarde).
  2. Separamos las yemas de las claras de los huevos, y los montamos a punto de nieve.
  3. Cogemos un bol y tamizamos la harina, haciendo una especie de volcán con ella para que en el centro, podamos colocar el azúcar, la pizquita de sal, la levadura, la ralladura de naranja y las dos yemas de huevo.
  4. Empezamos a amasar y a trabajar la masa para conseguir una mezcla bien homogénea. Mientras, se puede añadir un poquito de esa agua con la que hemos cocido la calabaza, basta con unas 10 cucharadas, hasta que que la pasta esté ligera pero consistente.
  5. Ponemos el puré de calabaza, mezclando bien con la masa. Añadimos las claras a punto de nieve a la masa con unas varillas o una espátula, hasta que se mezcle.
  6. Cogemos una sartén, y le ponemos una buena cantidad de aceite de oliva, y cuando esté bien caliente, se añaden los buñuelos para que se doren. Se puede usar una cuchara especial para crear el agujero del buñuelo (recomendable) o, mojando bien las manos antes para que no se te pegue la masa, hacer el agujero con el dedo en el centro.
  7. Finalmente, espolvorear con azúcar y servir en un plato, acompañado por una taza de chocolate.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *